martes, 10 de mayo de 2016

CÓMO DETERMINAR LA DATA DE UNA FIRMA O ESCRITURA MEDIANTE UN PERITAJE DOCUMENTAL.
Al día de hoy, no hay estudio científico aplicable que sea capaz de cuantificar de forma fehaciente el proceso de oxidorreducción (envejecimiento progresivo) de una de tinta, por lo que resulta imposible ubicar una firma o escritura a mano alzada en una época o fecha exacta. De esta forma, la Documentología adolece de un vacío importante e insalvable.
Esta situación puede deberse a muchos aspectos relacionados con los componentes de las tintas para bolígrafos, plumas, etc.; así como también, aspectos climáticos, que influyan en la mucha o poca evaporación de los solventes que las componen. Por último, el estado de conservación de un documento también va a permitir detener el envejecimiento.
No obstante lo anterior, la caligrafía forense sigue siendo, por lo menos hasta ahora, el mejor método para determinar la antigüedad de una firma o escritura, en la medida en que el sustrato cuestionado sea acompañado por sus símil coetáneos. En este caso será la variabilidad escrituraria la que nos dará las respuestas, indicándonos si un grupo de firmas o escritos construidos en una determinada época se conforman a la dubitada o no. Hay que tener presente que un individuo, por diversas razones de carácter psicofisiológicos, va variando su forma de escribir con el transcurso de sus años de vida, por lo tanto, si se le cuestiona una firma o escritura de una fecha exacta, aquella puede ser comparada con muestras coetáneas y con muestras más antiguas o más nuevas y el resultado permitirá datar la firma o escritura. Ahora bien, dicho esto, aun así, es imposible determinar con certeza el “actum”, es decir, el día, hora o mes en que aquel escrito fue construido o en otras palabras, señalar que si un documento dubitado proviene de un mismo tiempo de ejecución. Ya que, ni aunque el mentado documento contenga una fecha consignada, no podemos afirmar que fue firmado o escrito ese mismo día, solo podemos afirmar que pertenece o no a una persona.
Hoy en día, métodos utilizados en el ámbito de la química o bioquímica están migrando en auxilio de la Documentología, ayudando al perito, no a determinar direcciones del trazado, profundidad o presión ejercida, sino que aportando datos en cuanto a obtener información de una tinta utilizada en el documento dubitado. Y es aquí donde se inserta el trabajo de laboratorio utilizando un Cromatógrafo de Capa Fina.
Antes de señalar como se aprovechan las bondades de este aparato en el análisis documental forense, es necesario precisar que es y cómo funciona.
En términos sencillos y para no entrar en tantos detalles técnicos, un cromatógrafo es un aparato que permite separar los distintos componentes de una mezcla, permitiendo identificar y determinar las cantidades de dichos componentes con una alta precisión. A su vez La cromatografía en capa fina es una técnica que permite determinar el grado de pureza de un compuesto; Comparar muestras; Realizar el seguimiento de una reacción.
Ahora, cómo es el procedimiento: La muestra a analizar se deposita cerca de un extremo de una lámina, la que puede ser de plástico o aluminio que previamente ha sido recubierta de una fina capa de absorbente, esto se conoce como fase estacionaria. Entonces, la lámina se coloca en una cubeta cerrada que contiene uno o varios disolventes mezclados, fase móvil. A medida que la mezcla de disolventes asciende por capilaridad a través del absorbente, se produce un reparto diferencial de los productos presentes en la muestra entre el disolvente y el absorbente.
Una vez aclarado lo que es y cómo funciona, diré que en contra de este tipo de examen de tintas, juega el hecho de que para conseguir resultados es necesario obtener muestras de la tinta contenida en su soporte (papel), así se utiliza lo que se conoce como “Confiteo”, o sea, se obtienen pequeños trozos de papel con tinta, dejando pequeños orificios en el mismo, lo que genera un detrimento al soporte y son estas muestras las que someten al análisis. Lo perjudicial, desde el punto de vista caligráfico, radica en que el perito puede quedar desprovisto de zonas importantes de estudiar si está analizando el sustrato desde la morfocinética.
Cómo determinar la antigüedad de las tintas.
El Perito Nelson Vallejos, en un artículo realizado en 2014, respecto a determinar la antigüedad de las tintas sostiene que “no hay estudio analítico que tabule o cuantifique el envejecimiento progresivo y secuencial de una tinta. La razón, en parte, pasa porque no se cuenta con información cuantificada de los componentes químicos que integran una determinada tinta, y tampoco se conoce qué reacciones químicas ocurren en cada tinta en diferentes condiciones de temperatura, presión, humedad, ni cómo interactúan esos componentes con aquellos presentes en el soporte, (papel); donde se asienta la tinta, además se debe aclarar que las tintas se secan por absorción u oxidación”.
Como ya lo indiqué anteriormente, es difícil que un instrumento nos diga la fecha exacta en que fue construida una firma o escritura basándose en el análisis de su tinta. Cosa distinta es determinar la antigüedad de la tinta utilizada en el documento dubitado y que no necesariamente coincide ni con el actum ni con el momentum de ejecución. Lo que hace el cromatógrafo de capa fina es indicarnos los componentes de una tinta utilizada en un documento dubitado, utilizando el principio de separación de los componentes, los que a su vez están constituidos de colores de fácil observación. Una vez separados dichos componentes, es posible estudiarlos por separado y determinar de qué se componen. Pero qué información obtendremos, bueno, observaremos el pigmento, el aglutinante, negro de humo, hierro, ácido gálico, tanino, etc. en fin, lo que el fabricante utilice. Estos datos no llevarán a buscar el modelo o marca del instrumento escritor y si profundizamos más, el lote de fabricación y su año de elaboración. Por lo tanto, podríamos afirmar por ejemplo, que una firma dubitada fue construida con un lápiz marca BIC, cuyo lote de fabricación es el N° XXXXXX correspondiente al año 2010, de esta manera, de lo único que podemos estar seguros, es que la firma dubitada no pudo ser diagramada antes de ese año. Pero la data de la tinta de aquel instrumento escritor puede ser perfectamente aún más antigua, con lo que volvemos a nuestra interrogante inicial.
Ahora, qué sucede cuando nos enfrentamos a enmendaduras, donde se ha utilizado, desde una visión macroscópica, un instrumento del mismo color para enmendar el trazo. Podemos determinar el momentum, claro que sí, indicando cual trazo fue realizado en primer lugar, como cuando lo determinamos al utilizar unVideo Espectro Comparador, TruesCan, etc. aun cuando arrojen falsos positivos; pero señalar si el trazo enmendado fue hecho in actum es bastante difícil. Tendrían que darse una serie de condiciones muy particulares para obtener una conclusión así, similar al ejemplo propuesto del lápiz BIC.
En mi praxis, recurro a la utilización de fuentes de LUZ IR. Con ella se observa el trazado dejado por el instrumento escritor, reaccionando la tinta al comportamiento de la luz incidida. Claramente no puedo datar el trazo indicando si se construyeron in actum, pero si se puede observar cuál de ellos se superpone, indicando elmomentum.
Señala el perito Nelson Vallejos en su artículo “Sin tener que llegar a un ensayo cromatográfico existe una posibilidad de estudio físico que no “daña” el documento, tal como es inevitable en una cromatografía. Analizar espectralmente tintas de diferentes escritos hoy es viable si se cuenta con un equipo convertidor lumínico. Este equipo es de multifunción, dado que también posibilita la captura, administración y proceso de imágenes, comparación por superposición; iluminación ultravioleta, infrarroja, blanca; luz tangencial, por transparencia, por semicampos, macro y microscópicamente, graduación de filtros UV, infrarrojo (IR), contrastes, iluminación, enfoque, etc., y todas las variantes entre cada una de las opciones. De todas estas funciones, la que interesa a los fines de análisis de tinta es la de variar los filtros IR, y en este tema en particular es preciso abordar la materia desde el espectro electromagnético”.
En una tesis de grado elaborada por el aspirante al título de Ingeniero Químico, don Félix Navarro Quintero, titulada “ESTANDARIZACIÓN DEL MÉTODO DE CROMATOGRAFÍA DE CAPA FINA PARA SU APLICACIÓN EN LAS CIENCIAS FORENSES”, del Instituto ITESCO de Jalisco (2007), el investigador señala que “Aunque en la práctica se ha desarrollado la cromatografía de capa fina para observar el comportamiento de la separación colorimétrica en tintas, no se ha publicado un estudio que valide su estandarización para la determinación del tiempo de la corrida cromatográfica, número de confetis extraídos del documento y cantidad de sustancia extraída…”. Si bien, este estudio no está orientado a determinar la antigüedad de las tintas, el tesista sí nos señala el uso actual que se le da a la cromatografía de capa fina, donde la determinación de antigüedad no figura como una práctica. Indica además que un examen cromatográfico resulta ser ideal para el análisis de tinta, debido a que sus componentes son colores de fácil ubicación y observación, de esta forma, la investigación forense se vería beneficiada con la universalidad y capacidad de almacenamiento propuesta en su investigación, facilitando la identificación de formulaciones colorimétricas vía color de banda y tipo de bolígrafo utilizado, reduciendo el tiempo de estudio del documento dubitado. Tal vez, este puede ser un camino que puede empezar a recorrerse en pos de buscar el examen preciso que nos acerque a determinar la antigüedad de una determinada tinta utilizada en un documento. Habría que considerar ciertas variables que deben ser estandarizadas como un registro de tintas y sus componentes, año de fabricación y fabricante.
En lo particular, adhiero a la metodología de separar la edad de las tintas en Edad Absoluta, aquella referida al tiempo transcurrido desde su fabricación hasta el momento de su estudio; y Edad Relativa, que es la que fija la mayor o menor antigüedad de una tinta en relación a otra.
QUÉ ES EL DOCUMENTO.
.- EL DOCUMENTO. Es todo soporte material que exprese o incorpore datos, hechos o narraciones con eficacia probatoria o cualquier otro tipo de relevancia jurídica.
Podemos clasificarlos en:
a) Documentos Auténticos
b) Documentos Falsos
c) Documentos Falsificados
d) Documentos de uso indebidos
e) Documentos Fraudulentos en su emisión
f) Documentos Ficticios
g) Documentos de Fantasía. 

http://peritocaligrafo.webs.com/periciadocumental.htm

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