La documentologia es una diciplina técnica que tiene por objeto estudiar la falsedad y autenticidad de los documentos.
El papel es un producto artificial que se presenta en laminas flexibles de tensidad variables, constituidas por fibras celulosas y lignocelulosas, o mesclar de ambas y que se mantienen entrelazadas.
martes, 10 de mayo de 2016
¿QUÉ ABARCA LA PERICIA DOCUMENTAL?
1.- ANÁLISIS DEL PAPEL. El perito analiza las características intrínsecas de la elaboración del papel, sus dimensiones, tamaño, textura, color, grosor y los dispositivos de seguridad que pudiere presentar.

2.- ANÁLISIS DE LA FIBRA. Debe hacerse bajo el microscopio-estereoscópico con el objeto de utilizar la menor cantidad de muestra de papel procedente del soporte dubitado.

3.- EXAMEN FÍSICO. Determinar las Dimensiones en Décimas de Segundo o en Milímetros; Anchura y Espaciado del Rayado del papel o soporte, si lo tuviera; Configuración Externa con fotografía a la luz refleja; Configuración Interna con Microfotografía por transparencia y mojado del papel con tetracloruro de estaño; Matiz del papel y de su canto; espesor del papel; Filigranas y marcas o sellos de agua; Opacidad y apariencia midiendo la luz que pasa a trasluz.

4.- EXAMEN DE TINTAS. Hay que establecer Color, Tonalidad, la posible existencia de Tintas de Seguridad y Origen del Solvente.

En la actualidad, la Documentología Forense, a unido en un solo estudio a la pericia caligráfica con la pericia documental, entendiendo que en la gran mayoría de los casos, el perito debe estudiar ambos componentes antes de emitir o evacuar su informe, vale decir, describir el soporte contenedor (documento) y el lleno del mismo, sea que este lleno sea impreso utilizando algún método (offset, láser, inyección tinta, etc) o si hay escritura a mano alzada.
La pericia documental abarca también el conocimiento de técnicas de impresión, sobre todo cuando el perito se enfrenta a falsificaciones de documentos valorados como billetes, cheques, vales vista, o documentos públicos como pasaportes, licencias o permisos de conducir, etc. En estos casos el profesional debe reconocer técnicas como impresión Offset digital, Xilografía, Gravados, Litografía, etc. ya que el falsificador necesariamente recurre a alguna de estas para llevar a cabo su propósito.
Pero también debe dominar los mecanismos que permiten las copias fotostáticas o fotocopias, de esta manera debe distinguir las calidades que presentan las distintas marcas presentes en el mercado, ya que una fotocopia si puede ser objeto de pericia en cuanto a determinar el origen del aparato o máquina que se empleó.
TIPOS DE DOCUMENTOS Y SU CLASIFICACIÓN.
a) Documentos Auténticos. Pueden ser públicos o privados. En el caso de los primeros, son aquellos otorgados por el funcionario público competente o facultado por ley para emitirlos. Los segundos, corresponden generalmente a todo documento del cual no se duda de su origen y sobre los cuales sus autores responden como fidedignos o de su propiedad. También encontramos este tipo de documentos cuando han sido pasados ante Notario o Escribano Público quien da fe de quienes intervinieron en su creación.
b) Documentos Falsos. Corresponden a aquellos que han sido emitidos sin respetar las formalidades que se exigen para su emisión y cuyo contenido es ajeno a toda realidad.
c) Documentos Falsificados. Son copias de sus originales en los cuales se ha utilizado una matriz distinta a la que corresponde para su impresión.
d) Documentos de uso indebidos. Son aquellos que pueden ser originales, pero son utilizados por personas que no están facultados para hacerlo. (Placa de policía fabricada por un delincuente para engañar y cometer un delito)
e) Documentos Fraudulentos en su emisión. Son aquellos en los cuales se han utilizado las matrices originales pero cuyo contenido ha sido adulterado para ser utilizados en la comisión de un delito.
f) Documentos Ficticios. Aquellos que en la realidad no existen pero que se confeccionan para cometer un delito. (Billete con un nuevo valor)
¿SE PUEDE DETERMINAR LA EDAD DE UNA TINTA EN UN PERITAJE DOCUMENTAL?
La Tinta posee dos tipos de edades que serán determinadas dependiendo del objeto de estudio:
.- EDAD ABSOLUTA: Aquella que inicia con el sentamiento de la tinta en el soporte, en el caso de documentos impresos a escala industrial o cuando simplemente se imprime (offset, láser, inyección tinta, etc) o se escribe sobre el papel, hasta el momento en que el perito realiza el examen.- Para determinar la edad hay que analizar el soporte y sus componentes, así como el tipo de tinta. Este examen es de carácter químico y no todo perito documental dispone de equipos necesarios como un Espectrómetro de Absorción Atómica para intervenir el soporte. Este instrumento permite medir con alto grado de certeza las concentraciones de un elemento existente en las tintas presentes en un documento, así, al encontrar los componentes podrá determinarse el grado de oxidación de los mismos y acercarnos a una data.
.- EDAD RELATIVA: Aquella que consiste en determinar la antigüedad de una tinta en relación con otra, esté o no en el mismo soporte documento. Acá debe observarse:
a) GRADO DE DESECACIÓN.
b) GRADO DE OXIDACIÓN.
c) GRADO DE DIFUSIÓN.
PERITAJE A LAS TÉCNICAS DE IMPRESIÓN.
PERITAJE XILOGRÁFICO. La Xilografía es una técnica de impresión en Relieve. Lo que se utiliza como matriz, es un trozo de madera grabado, el cual es entintado y luego sobre él se deposita un trozo de papel o de tela capaz de absorber la tinta, pero con la capacidad de contenerla y concentrarla en un solo lugar, evitando que esta se desplace por toda la tela.
El perito debe conocer los tipos de madera utilizado para este tipo de arte. En general se utilizan de dos tipos:Duras y Blandas, sin desconocer que hoy en día, la industria está fabricando planchas o soportes ya talladas o para tallar, los que beneficiarán la labor pericial al momento de determinar si un cuadro realizado mediante técnica xilográfica ha sido falsificado o no.
Otro dato que el perito debe manejar, son las variaciones de la fibra que presenta la madera utilizada para el tallado que servirá de soporte; por último, debe conocer las herramientas utilizadas y sus medidas en mm., como formones, gubias, buriles, cuchillos dentados y lisos, sierras, etc.
PERITAJE LITOGRÁFICO. La Litografía es una técnica de impresión que consiste en la adherencia de tintas grasas y resinosas sobre el papel contenedor; se basa en la incompatibilidad del agua con la grasa. El agua necesariamente va a rechazar a las tintas grasas.
En este examen el perito debe conocer las características de la piedra caliza sobre la cual se realiza un dibujo (a la inversa) que se va a imprimir. Una vez la piedra humedecida, la tinta utilizada para la impresión sólo quedará retenida en las zonas que fueron dibujadas previamente.
http://peritocaligrafo.webs.com/periciadocumental.htm
CÓMO DETERMINAR LA DATA DE UNA FIRMA O ESCRITURA MEDIANTE UN PERITAJE DOCUMENTAL.
Al día de hoy, no hay estudio científico aplicable que sea capaz de cuantificar de forma fehaciente el proceso de oxidorreducción (envejecimiento progresivo) de una de tinta, por lo que resulta imposible ubicar una firma o escritura a mano alzada en una época o fecha exacta. De esta forma, la Documentología adolece de un vacío importante e insalvable.
Esta situación puede deberse a muchos aspectos relacionados con los componentes de las tintas para bolígrafos, plumas, etc.; así como también, aspectos climáticos, que influyan en la mucha o poca evaporación de los solventes que las componen. Por último, el estado de conservación de un documento también va a permitir detener el envejecimiento.
No obstante lo anterior, la caligrafía forense sigue siendo, por lo menos hasta ahora, el mejor método para determinar la antigüedad de una firma o escritura, en la medida en que el sustrato cuestionado sea acompañado por sus símil coetáneos. En este caso será la variabilidad escrituraria la que nos dará las respuestas, indicándonos si un grupo de firmas o escritos construidos en una determinada época se conforman a la dubitada o no. Hay que tener presente que un individuo, por diversas razones de carácter psicofisiológicos, va variando su forma de escribir con el transcurso de sus años de vida, por lo tanto, si se le cuestiona una firma o escritura de una fecha exacta, aquella puede ser comparada con muestras coetáneas y con muestras más antiguas o más nuevas y el resultado permitirá datar la firma o escritura. Ahora bien, dicho esto, aun así, es imposible determinar con certeza el “actum”, es decir, el día, hora o mes en que aquel escrito fue construido o en otras palabras, señalar que si un documento dubitado proviene de un mismo tiempo de ejecución. Ya que, ni aunque el mentado documento contenga una fecha consignada, no podemos afirmar que fue firmado o escrito ese mismo día, solo podemos afirmar que pertenece o no a una persona.
Hoy en día, métodos utilizados en el ámbito de la química o bioquímica están migrando en auxilio de la Documentología, ayudando al perito, no a determinar direcciones del trazado, profundidad o presión ejercida, sino que aportando datos en cuanto a obtener información de una tinta utilizada en el documento dubitado. Y es aquí donde se inserta el trabajo de laboratorio utilizando un Cromatógrafo de Capa Fina.
Antes de señalar como se aprovechan las bondades de este aparato en el análisis documental forense, es necesario precisar que es y cómo funciona.
En términos sencillos y para no entrar en tantos detalles técnicos, un cromatógrafo es un aparato que permite separar los distintos componentes de una mezcla, permitiendo identificar y determinar las cantidades de dichos componentes con una alta precisión. A su vez La cromatografía en capa fina es una técnica que permite determinar el grado de pureza de un compuesto; Comparar muestras; Realizar el seguimiento de una reacción.
Ahora, cómo es el procedimiento: La muestra a analizar se deposita cerca de un extremo de una lámina, la que puede ser de plástico o aluminio que previamente ha sido recubierta de una fina capa de absorbente, esto se conoce como fase estacionaria. Entonces, la lámina se coloca en una cubeta cerrada que contiene uno o varios disolventes mezclados, fase móvil. A medida que la mezcla de disolventes asciende por capilaridad a través del absorbente, se produce un reparto diferencial de los productos presentes en la muestra entre el disolvente y el absorbente.
Una vez aclarado lo que es y cómo funciona, diré que en contra de este tipo de examen de tintas, juega el hecho de que para conseguir resultados es necesario obtener muestras de la tinta contenida en su soporte (papel), así se utiliza lo que se conoce como “Confiteo”, o sea, se obtienen pequeños trozos de papel con tinta, dejando pequeños orificios en el mismo, lo que genera un detrimento al soporte y son estas muestras las que someten al análisis. Lo perjudicial, desde el punto de vista caligráfico, radica en que el perito puede quedar desprovisto de zonas importantes de estudiar si está analizando el sustrato desde la morfocinética.
Cómo determinar la antigüedad de las tintas.
El Perito Nelson Vallejos, en un artículo realizado en 2014, respecto a determinar la antigüedad de las tintas sostiene que “no hay estudio analítico que tabule o cuantifique el envejecimiento progresivo y secuencial de una tinta. La razón, en parte, pasa porque no se cuenta con información cuantificada de los componentes químicos que integran una determinada tinta, y tampoco se conoce qué reacciones químicas ocurren en cada tinta en diferentes condiciones de temperatura, presión, humedad, ni cómo interactúan esos componentes con aquellos presentes en el soporte, (papel); donde se asienta la tinta, además se debe aclarar que las tintas se secan por absorción u oxidación”.
Como ya lo indiqué anteriormente, es difícil que un instrumento nos diga la fecha exacta en que fue construida una firma o escritura basándose en el análisis de su tinta. Cosa distinta es determinar la antigüedad de la tinta utilizada en el documento dubitado y que no necesariamente coincide ni con el actum ni con el momentum de ejecución. Lo que hace el cromatógrafo de capa fina es indicarnos los componentes de una tinta utilizada en un documento dubitado, utilizando el principio de separación de los componentes, los que a su vez están constituidos de colores de fácil observación. Una vez separados dichos componentes, es posible estudiarlos por separado y determinar de qué se componen. Pero qué información obtendremos, bueno, observaremos el pigmento, el aglutinante, negro de humo, hierro, ácido gálico, tanino, etc. en fin, lo que el fabricante utilice. Estos datos no llevarán a buscar el modelo o marca del instrumento escritor y si profundizamos más, el lote de fabricación y su año de elaboración. Por lo tanto, podríamos afirmar por ejemplo, que una firma dubitada fue construida con un lápiz marca BIC, cuyo lote de fabricación es el N° XXXXXX correspondiente al año 2010, de esta manera, de lo único que podemos estar seguros, es que la firma dubitada no pudo ser diagramada antes de ese año. Pero la data de la tinta de aquel instrumento escritor puede ser perfectamente aún más antigua, con lo que volvemos a nuestra interrogante inicial.
Ahora, qué sucede cuando nos enfrentamos a enmendaduras, donde se ha utilizado, desde una visión macroscópica, un instrumento del mismo color para enmendar el trazo. Podemos determinar el momentum, claro que sí, indicando cual trazo fue realizado en primer lugar, como cuando lo determinamos al utilizar unVideo Espectro Comparador, TruesCan, etc. aun cuando arrojen falsos positivos; pero señalar si el trazo enmendado fue hecho in actum es bastante difícil. Tendrían que darse una serie de condiciones muy particulares para obtener una conclusión así, similar al ejemplo propuesto del lápiz BIC.
En mi praxis, recurro a la utilización de fuentes de LUZ IR. Con ella se observa el trazado dejado por el instrumento escritor, reaccionando la tinta al comportamiento de la luz incidida. Claramente no puedo datar el trazo indicando si se construyeron in actum, pero si se puede observar cuál de ellos se superpone, indicando elmomentum.
Señala el perito Nelson Vallejos en su artículo “Sin tener que llegar a un ensayo cromatográfico existe una posibilidad de estudio físico que no “daña” el documento, tal como es inevitable en una cromatografía. Analizar espectralmente tintas de diferentes escritos hoy es viable si se cuenta con un equipo convertidor lumínico. Este equipo es de multifunción, dado que también posibilita la captura, administración y proceso de imágenes, comparación por superposición; iluminación ultravioleta, infrarroja, blanca; luz tangencial, por transparencia, por semicampos, macro y microscópicamente, graduación de filtros UV, infrarrojo (IR), contrastes, iluminación, enfoque, etc., y todas las variantes entre cada una de las opciones. De todas estas funciones, la que interesa a los fines de análisis de tinta es la de variar los filtros IR, y en este tema en particular es preciso abordar la materia desde el espectro electromagnético”.
En una tesis de grado elaborada por el aspirante al título de Ingeniero Químico, don Félix Navarro Quintero, titulada “ESTANDARIZACIÓN DEL MÉTODO DE CROMATOGRAFÍA DE CAPA FINA PARA SU APLICACIÓN EN LAS CIENCIAS FORENSES”, del Instituto ITESCO de Jalisco (2007), el investigador señala que “Aunque en la práctica se ha desarrollado la cromatografía de capa fina para observar el comportamiento de la separación colorimétrica en tintas, no se ha publicado un estudio que valide su estandarización para la determinación del tiempo de la corrida cromatográfica, número de confetis extraídos del documento y cantidad de sustancia extraída…”. Si bien, este estudio no está orientado a determinar la antigüedad de las tintas, el tesista sí nos señala el uso actual que se le da a la cromatografía de capa fina, donde la determinación de antigüedad no figura como una práctica. Indica además que un examen cromatográfico resulta ser ideal para el análisis de tinta, debido a que sus componentes son colores de fácil ubicación y observación, de esta forma, la investigación forense se vería beneficiada con la universalidad y capacidad de almacenamiento propuesta en su investigación, facilitando la identificación de formulaciones colorimétricas vía color de banda y tipo de bolígrafo utilizado, reduciendo el tiempo de estudio del documento dubitado. Tal vez, este puede ser un camino que puede empezar a recorrerse en pos de buscar el examen preciso que nos acerque a determinar la antigüedad de una determinada tinta utilizada en un documento. Habría que considerar ciertas variables que deben ser estandarizadas como un registro de tintas y sus componentes, año de fabricación y fabricante.
En lo particular, adhiero a la metodología de separar la edad de las tintas en Edad Absoluta, aquella referida al tiempo transcurrido desde su fabricación hasta el momento de su estudio; y Edad Relativa, que es la que fija la mayor o menor antigüedad de una tinta en relación a otra.
QUÉ ES EL DOCUMENTO.
.- EL DOCUMENTO. Es todo soporte material que exprese o incorpore datos, hechos o narraciones con eficacia probatoria o cualquier otro tipo de relevancia jurídica.
Podemos clasificarlos en:
a) Documentos Auténticos
b) Documentos Falsos
c) Documentos Falsificados
d) Documentos de uso indebidos
e) Documentos Fraudulentos en su emisión
f) Documentos Ficticios
g) Documentos de Fantasía.
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DOCUMENTOLOGIA Y EL PERITAJE DOCUMENTAL
QUÉ ES LA DOCUMENTOLOGÍA
La palabra Documentología, proviene de la unión de dos vocablos, uno de origen latino, Docere que significa enseñar, utilizando generalmente un Documentum, que corresponde a un soporte escrito que da cuenta de un hecho, situación o circunstancia, y del elemento sufijal compositivo de origen griego Logía, que con el transcurso de los años y después de sufrir varias transformaciones en cuanto a su significado, se refiere a la ciencia que estudia lo que indica la raíz que precede a este lexema. En palabras sencillas, Documentología significa: Ciencia que estudia al documento, entendiendo que éste último puede ser público o privado. A su vez al documento, desde el punto de vista pericial, hay que entenderlo como aquel soporte material que exprese o incorpore datos, hechos o narraciones con eficacia probatoria o cualquier otro tipo de relevancia jurídica.
Una de las preguntas que nos hacemos todos cuando iniciamos este camino de estudios ligados al documento es saber si hablamos de Documentología o de Documentoscopía. ¿Cuál es la diferencia? Bueno, primero que todo, debemos saber que significan. Ya sabemos el origen de la palabra Documentología, ahora veremos el origen de su pariente. Documentoscopía proviene de dos vocablos: Documentum de raíz latina que corresponde a un soporte escrito que da cuenta de un hecho, situación o circunstancia, y del vocablo sufijal Skopía[1], que quiere decir Examen Visual. Por tanto, documentoscopía significa literalmente: Examen visual del Documento.
Los connotados maestros José y Celso Del Picchia, señalan que el vocablo Documentoscopía, es una formación híbrida que proviene del latín documentus y del griego copain, afirmando que la utilización de esta denominación es en base a la necesidad de la sustitución de otras acepciones restringidas o erróneas, por una en la que tuviera cabida plenamente la diversidad de exámenes de los que pueden ser objeto los documentos. Para estos expertos, con esta palabra se designa “la disciplina relativa a la aplicación práctica y metódica de los conocimientos científicos, teniendo como objetivo verificar la autenticidad o determinar la autoría de los documentos”[2].
A mi modo de ver, la Documentoscopía es aquella disciplina auxiliar de la criminalística que utilizando la técnica y expertiz adecuada permite descubrir la falsedad o determinar la autenticidad de un documento y a su autor.
Por su parte, la Documentología es aquella ciencia que reúne a diferentes disciplinas con el objeto de descubrir la falsedad o determinar la autenticidad de un documento, cualquiera que sea su soporte y a su autor.
POR QUÉ CIENCIA DOCUMENTAL Y NO DOCUMENTOSCOPÍA.
Porque la Documentología como ciencia siendo teoría, estudio y práxis contiene a la documentoscopía, siendo ésta una parte de aquella.
Ahora veremos qué elementos le permiten adquirir la categoría o calidad de ciencia a la Documentología.
1.- Conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación del documento. El perito, al observar el soporte o documento que tenga a su haber, sin siquiera darse cuenta, se nutre de la naturaleza, cualidades y características del objeto. Entonces debe clasificarlo en razón a sus dimensiones, tamaño y grosor, color, opacidad o transparencia y peso, debe tener a la vista sus bordes, en fin, debe obtener la mayor cantidad de información, que de la simple vista, el documento le ofrezca. Siempre he dicho que nos hablan claramente y en nuestro propio idioma, sólo hay que saber escucharlos con los ojos.
2.- Razonamiento del experto. El perito debe, al observar el documento, ordenar y relacionar ideas para llegar a una conclusión y esta tarea no es difícil. Debe decidir por donde iniciará su estudio, a qué le dará mayor importancia y en qué orden. Luego, encadenar de manera lógica un plan y disposición ordenado y coherente de trabajo para arribar a la conclusión que se necesita.
3.- Deducción de principios y de leyes generales con capacidad predictiva a partir del razonamiento. Quizás el primer principio al que se ve enfrentado el perito al observar un documento es el Identidad, por tanto toda cosa es lo que es, y para este caso, un documento es eso y no otra cosa. Pero hay que tener cuidado con esa máxima de la lógica que nos dice que, de lo verdadero se deriva siempre lo verdadero, porque, que pasa si el documento estudiado resulta ser falso, no deja por eso de ser verdadero como documento en sí, este es otro principio que el experto debe considerar, el de la Contradicción, ya que desde la lógica es imposible que algo sea y al mismo tiempo no lo sea. Curiosamente las conclusiones que arrojan los informes periciales, señalan una u otra, vale decir, el documento estudiado es verdadero o falso, pero sigue siendo documento sin perder su identidad en cuanto a ser lo que es.
El investigador también debe deducir leyes reflejando cada una de las relaciones existentes entre los diversos elementos que intervienen en el documento sometido a estudio. Las leyes científicas constituyen enunciados universales que afirman una conexión esencial o una conjunción constante, simple o estadística, entre ciertos fenómenos, situaciones, propiedades o cosas, científicamente comprobadas a través de la investigación. Ejemplo de lo anterior, dentro del campo de estudio documental, pero relacionado con la forma de escribir son las Leyes del Grafismo.
4.- Comprobación experimental. Sin ser un pleonasmo la prueba empírica corresponde a la última estación del trabajo investigativo. Con esta prueba se demuestra que la o las técnicas utilizadas son efectivas porque arrojan conclusiones de carácter verdadero.
[1] http://etimologias.dechile.net/?scopia
[2] DEL PICCHIA, José y Celso, “Tratado de Documentoscopía. La falsedad documental”, Ed. La Rocca, Buenos Aires, 1993, p. 36.
QUÉ ES UN PERITAJE DOCUMENTAL Y CUÁL ES SU OBJETIVO.
Es aquel que tiene por objeto un examen exhaustivo del Documento, sea privado o público, a través de distintas técnicas.
Desde un punto de vista pericial, al documento se le denomina soporte, porque actúa como un contenedor de impresiones de las mas variadas características (Libros, Pasaportes, DNI, Cédulas de Identidad, Cartas confeccionadas a mano o impresas, Placas Patentes, etc)
El objetivo de la Pericia Documental es indagar e investigar el contenido del documento, buscando cualquier indicio de enmienda, sustracción, remoción, agregación o superposición de datos, pudiendo ser éstos de origen mecánico o químico, que puedan determinar su falsificación, falsedad o adulteración.
Ejemplos:
ENMIENDA.

Letra "S" enmendada con un instrumento escritor del mismo color.

La Luz UV, permite observar la diferencia del color utilizado en la enmienda.
SUSTRACCIÓN Y REMOCIÓN.

La microfotografía presenta la sustracción de una parte del soporte y la remoción de una parte del trazo en un voucher.
AGREGACIÓN.

Originalmente correspondía al N° 23, pero se le agregó un trazo para modificarlo y hacerlo ver como un N° 28.
CÓMO SE REALIZA UN PERITAJE DOCUMENTAL.
Todo informe debe iniciar con la indicación de quien lo solicita y el motivo de la pericia. Supongamos que lo que se necesita es un peritaje para determinar el origen de un documento y su llenado, en este caso, por ejemplo, habría que determinar si el documento contiene escritura a mano alzada (o de puño), si es así, entonces habrá que realizar el análisis grafonómico al escrito y compararlo con las muestras caligráficas correspondientes. Posteriormente habrá que determinar qué tipo de documento se trata y tener a la vista un original, para cuando realicemos el análisis comparativo obtener Largo y Ancho; Opacidad y Transparencia y Peso. Será necesario determinar qué tipo de bordes o perfiles tiene (liso, troquelado, etc.); si el documento original contiene fibras de seguridad, habrá que buscar las mismas en el documento dubitado.
Borde o Perfil Liso
Borde o Perfil Troquelado
Elemento de Seguridad expuesto a la Luz UV.
Siempre es necesario describir con absoluto detalle el contenido del documento cuestionado, si posee tablas, líneas horizontales y verticales y sus correspondientes dimensiones; hay que medir la altura de todo tipo de letra o números presentes como también su grosor.
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Por Osvaldo A. Cuello Videla
Defectos típicos de los rasgos
Defectos típicos de los rasgos
Los saltitos microscópicos y las manchas de tinta a lo largo de los trazos son altamente típicos. Estos dos defectos, muy parecidos a los de las primeras estilográficas, son todavía muy frecuentes en la actualidad, incluso en instrumentos de las mejores fabricas.
El blanco es debido a la circunstancia de que, al escribir el trazo, una misma parte de la bola establece dos veces contacto con el papel sin haberse cargado de tinta entre una y otra. También se puede imputar esta anomalía del trazo al frotamiento de la órbita que enjuga en parte la tinta de la superficie de la bola; pero este último fenómeno se traduce más bien en surcos en la anchura del trazo, que entonces muestra dos huellas análogas a las producidas por las puntas de una pluma. El microscopio, especialmente con iluminación lateral, muestra que el blanco no corresponde a un “levantamiento de la pluma”: el rasgo prosigue de modo normal, pero no se imprime a consecuencia de la falta de tinta.
A menudo, sobre todo después de curvas bruscas, se encuentran manchas de colorante debidas al arrastre y depósito sobre el papel de la tinta acumulada en exceso en los labios de la órbita.
Estas pequeñas manchas sobre los trazos son características de las escrituras con bolígrafo. Los de mala calidad e incluso acumulan tinta en tal cantidad, que el exceso llega a rozar con la superficie del papel: manchas oscuras o surcos acompañan a los rasgos de diversos puntos. Desde luego, la manera de sostener el bolígrafo influye en el fenómeno y la anomalía del rasgo hace pensar injustamente en un fraude, siendo así que es perfectamente normal y debida solo a la mala calidad del instrumento empleado. Este defecto puede mitigarse con la limpieza periódica de la punta del bolígrafo.
Análisis del texto
Es la parte esencial de un documento. Es en el texto donde se detecta con facilidad la mayoría de las falsificaciones, ya sea por adición, alteración, sobre posición o supresión.
Falsificaciones por raspado y lavado
Las falsificaciones por raspado y lavado las veremos conjuntamente por ser sistemas muy semejantes. El microscopio es de gran ayuda, pues nos revela los deterioros dejados por el borrador; el lavado y el raspado pueden emplearse indistintamente en los escritos con tinta liquida ordinaria, con bolígrafo y en los escritos a máquina o impresión digital.
Muchas veces el falsificador solamente suprime una palabra, otras sustituye esta por otra. En estos casos se aplica el método de los rayos infrarrojos que vimos antes, o se revela la palabra primitiva a base de química, pero esta tiene el inconveniente de dañar el papel.
Debemos tener en cuenta que muchas veces la supresión de una palabra no es necesariamente un hecho fraudulento, pues pudiera ser una equivocación en la redacción de un documento, y haberse efectuado por la misma persona que manufacturara el escrito o documento.
Entre las sustancias más usadas para hacer desaparecer los trazos de tinta se encuentran los siguientes: agua clorada, cloruro de etano, ácido oxálico, bisulfito de sodio, ácido crómico en solución sulfurosa, etcétera; pero los más usados en la actualidad y que han sido comercializados o industrializados, se encuentran los cloruros decolorantes, tales como el hipoclorito de sosa, llamado también agua de javel; igualmente, tenemos el permanganato de sosa o de potasa, que por lo común se les encuentra en el mercado la solución dosificada, envasada en un frasco pardo, juntamente con otra solución de bisulfito de sosa; al aplicarse el permanganato la tinta palidece de manera progresiva hasta dejar solo una mancha castaña de bióxido de manganeso, y la solución de bisulfito hace desaparecer cierta mancha; por lo regular un lavado reciente es invisible en circunstancias normales, pero la mayoría de las veces, aunque no siempre, el papel, con el tiempo adquiere un tono amarillento en el lugar del lavado.
Por regla general, estas sustancias empleadas para el lavado atacan al encolado del papel y desprenden parcialmente las fibras superficiales, pero esto no es muy visible, y en la mayoría de los casos el falsificador los vuelve a alisar o es tan insignificante que no se nota.
El método especifico más usual y el único que tiene aplicación universal es el que nos dice Ch. Sannie y J. Pinel en su artículo “Busca de los lavados en los documentos”, publicado en Revue de Criminologie et de Police technique, Vol. IV, 1950. Hablan de la medición comparativa de la conductibilidad eléctrica del documento, entre la zona sospechosa y la que con toda evidencia no ha sufrido ninguna alteración, ya que el lavado modifica la carga mineral del papel y, por ende, su conductibilidad eléctrica. Las sales minerales de la carga pueden ser disueltas y arrastradas por el lavado; pero también es posible que suceda lo contrario: el reactivo puede añadir a esta carga nuevos elementos minerales.
Falsificación por enmienda
La falsificación por enmienda contempla no solamente el aspecto de los borrones y de las intercalaciones hechas, sino mira por igual al campo de las superposiciones y de las agregaciones que el falseario idea para sus fines. En todos casos es necesario un examen detenido sobre cada uno de los rasgos sospechosos, examen que según, los autores, puede tener cabida dentro del método microfotográfico, si es que se trata de señalar la discrepancia entre las tintas usadas, o para buscar partículas infinitesimales de materias usadas para esta clase de falsificaciones, o puede ser también el consistente en una sola amplificación hecha por medio de lentes de aumento, si lo buscado se relaciona con la fijación de la diferencia de gruesos o de perfiles entre varas plumas.
Por regla general, el falseario no esta en capacidad de reproducir el mismo pulso y la misma intensidad del sujeto que trata de imitar; de aquí que la intercalaciones aparezcan con retintamientos, con matices indebidos y con distancias mal guardada, sobre todo en lo que se refiere a espacios y márgenes. Las tintas usadas para la enmienda o para la intercalación a menudo van muy cargadas o, mejor dicho, sobre cargadas, o bien pueden encontrarse disminuidas en su coloración; si el autor de la falsificación apela al raspado del papel, por causa de la destrucción del encolado, la tinta puede correrse o regarse a través y a lo largo de las fibras constitutivas de dichos elementos; otras veces, las superposiciones vienen a ser las huellas y forman la prueba que denuncia el intento o la realización de una firma alterada o de un documento falso.
Una de las tareas más difíciles que suele plantearse dentro de este tema es la que se refiere a la determinación de si una escritura es anterior o posterior a otra, y a la par que es difícil es de gran utilidad, ya que por este sistema se puede llegar a saber si una frase o una cifra fue puesta maliciosamente, con anterioridad o posterioridad a una firma, a una fecha o a una parte cualquiera del documento; todo con mira a producir determinados efectos jurídicos. Se ha llegado a concebir o, mejor dicho, se efectúa en la actualidad para resolver este problema y del de las enmiendas y sustituciones, el método de microfotografía, mediante el cual el nivel de los cruzamientos y el relieve de los rasgos resaltan con mayor poder y visibilidad en uno y otro caso. La enmienda hecha encima de un número o de una palabra, por ejemplo, cobra en el objetivo y en la fotografía una intensidad mayor, muy a pesar de que las tintas usadas sean iguales, o todo el producto dependa de una misma mano; sin embargo, cuando se trata de tintas diferentes, la tarea es más sencilla; con todo, en este caso el experto debe tener mucho cuidado en la fotografía mal tomada llegue a ser sorprendido y sometido por confusiones reales o aparentes y por serios errores.
Por este motivo es bueno advertir que siempre ha sido indicio de grave sospecha el hecho de que en un mismo documento se presenten rasgos contrarios o discordantes. En este caso, la prueba de la enmienda o de la intercalación se dirige simplemente al establecimiento de tales discordancias, usando, hasta donde sea posible, el sistema general de identificación.
Falsificación por calco
En repetidas ocasiones se ha dicho que una excesiva identidad entre dos firmas o entre dos manuscritos, es prueba evidente de que asistimos a una falsificación por calco.
El sistema de calca por interposición admite la colocación de la pieza o firma que se desea calcar sobre una superficie plana, que ayude al trazado de los contornos que el lápiz o el punzón han de verificar. Si se emplea papel carbón o transparente para estos casos, pudiere suceder que la investigación presentase algunos problemas ya que los resultados obtenidos de esta forma son mejores. El procedimiento pantográfico, usado también para la calca, llega a descubrirse por la marcada precisión de los trazados que, a la larga, resultan como un producto artificioso y mecánicamente dibujados.
También debemos tomar en cuenta el hecho de que, en toda tarea de falsificación por calca, el falseario lleva la mano con mayor o menor lentitud, con mayor o menor precisión y con un sentido más alto o más bajo de lo que acontece o suele pasar al sujeto normal. Por ello es que los autores hablan de los dedos entorpecidos, de la incertidumbre en los enlaces y en las terminaciones y, en fin, de las proyecciones recortadas, retardadas o anuladas.
Falsificación sobre recortes
La falsificación por recortes se hace con partes del material auténtico y el falseario lo utiliza con mira a reconstruir textos o manuscritos al parecer originales. Por lo regular, su técnica se verifica con la ayuda de las artes gráficas (fotografía y litografía), aunque bien puede hacerse en forma directa, caso en el cual es más fácil de descubrir.
Estas en la práctica se identifican por ciertas diferencias sospechosas en el ritmo, en la continuidad y en el acabado de las letras, y se revelan a través de los calibres y de las alturas crecientes o decrecientes de los grafismos, ya que por lo común la escritura contempla disminuciones o aumentos parciales, cosa esta que viola el falseario lo cual lo acusa o lo delata.
Falsificación por imitación libre o servil
Toda falsificación debe seguir, por lo menos la finalidad de que la producción conseguida sea formalmente suficiente, en la falsificación por imitación libre es necesario seguir de cerca el verdadero sentido o significado de las palabras y de los rasgos buscados para su exacta reproducción. Y cada vez que se desfigure, se trastrueque o se desvíe la naturaleza de la escritura que se trata de imitar, puede decirse que los resultados son negativos y fáciles de descubrir.
La falsificación por imitación servil, por su parte se conoce por las interrupciones, tropiezos, retoques, tembelequeos y variabilidad intensiva de las tintas. El falseario desconoce la acción dinamográfica de la letra imitada y por eso incurre en desviaciones micrométricas y en retintamientos subyacentes, muy fáciles de precisar a través de la lente o microscopio, y esto cuando no incurre en una identidad excesiva o plagiaria que lo denunciaría a la sola luz de los datos grafométricos.
La imitación servil es el sistema más vulgar de falsificación y, por ende, el más rápido de advertirse. Su uso es frecuente, pero por demás de alcance nugatorio.
Referencias
• ALBARRACÍN, Roberto (1971). Manual de criminalística. Buenos Aires: Editorial Policial.
• BONILLA, Carlos (2005). Tratado de documentología. Buenos Aires: Ediciones La Rocca.
• DEL VAL LATIERRO, Félix (1963). Grafocrítica. El documento, la escritura y su proyección forense. Madrid: Editorial Tecnos, S.A.
• SABINO, Carlos (1992). El proceso de investigación. Buenos Aires: Editorial Lumen-Humánitas.
• VELÁSQUEZ POSADA, Luis (2004). Falsedad documental y laboratorio forense. Buenos Aires: Ediciones La Rocca.
• NAVARRO QUINTERO, Felix F. (2007). «Estandarización del método de cromatografía en capa fina para su aplicación en las ciencias forenses [1]». Tesis de Investigación Científica 1 (1).
Referencias
[1] http://books.google.com.mx/books?id=2dGhW02Q9oUC&lpg=PR1&hl=es&pg=PR1#v=onepage&q&f=false
Fuente: Wikipedia.com
http://criminologiaycriminalisticafb.blogspot.com.ar/2015/01/documentologia-parte-3-de-3.html
Por Osvaldo A. Cuello Videla
Examen de las tintas
Examen de las tintas
Se establece su color, tonalidad, la posible existencia de tintas de seguridad y el origen del solvente.
En el mundo moderno la experiencia y las investigaciones científicas enseñan objetivamente cuales son las variaciones que la escritura puede sufrir por razón de los elementos usados para su confección. Entre estos merece especial importancia la tinta, cuya utilidad está al servicio del trazado de letras y dibujos sobre el papel, y que por su resistencia y permanencia da testimonio de lo escrito. En todo tiempo, los hombres se han preocupado por buscar las combinaciones, composiciones y mezclas más adecuadas para su preparación, y señalar al mismo tiempo sus coloridos, intensidades, grados de oxidación, fijación e indelebilidad, etcétera, a fin de conocer con más facilidad los fraudes, correcciones, borrones y otras anomalías que ocurren a menudo a consecuencia de su constante uso o empleo.
Las tintas de nuez de agallas y de hierro, las de extractos tánicos, las de hulla, las de anilina, las de glicerina y de azúcar, las de encinas, las de sulfatos ferrosos o férricos, etcétera, suponían en otro tiempo la necesidad de llevarlas al laboratorio para distinguirlas y fijarles su alcance y colorido, como también para averiguar sus sustituciones y reactivos para establecer otras modalidades. El perito, en consecuencia tuvo que apelar a la ayuda del químico, si es que quería obtener resultados completos. Hoy, cuando la química despierta en un nuevo mundo y transforma no solo Las cosas sino también las ideas mismas, su contribución en el campo de las investigaciones policiacas adquiere un prestigio y un valor incalculable; por eso, el perito moderno debe recurrir también, sin vacilaciones ni temores, al servicio que dicha ciencia presta en sus laboratorios y puestos de ensayo y, sobre todo, cuando se trata de analizar tintas hechas a base de distintos ácidos y sustancias colorantes.
Las condiciones que debe presentar una tinta para ser buena –dice Guareschi- son numerosas. En primer lugar su color debe ser intenso, ser fluidas y conservarse sin alteración, resistiendo en cuanto sea posible a los agentes atmosféricos.
Hay tintas que difícilmente emanan de la pluma por exceso de densidad, principalmente cuando se les mezcla goma, y hay otras demasiado sucias y pesadas, hechas en masa, que presentan muchos inconvenientes para la escritura, y también existen preparados poco resistentes, sobre todo los hechos con sustancias vegetales, que pierden su coloración y su eficacia para los trazados y cuyo uso debiera evitarse a toda costa.
Por nuestra parte, anotamos que deben desecharse las tintas que por su acidez afectan las plumas de acero y las que, en razón a la transformación de las sales ferrosas o férricas, son muy propensas a la oxidación.
Los libros sobre tintas abundan en fórmulas. Todas ellas presentan inconvenientes y ofrecen ventajas. Hay tintas muy finas que se secan con mucha dificultad, posiblemente por la presencia de azúcares, glucosas, etcétera. Ya vemos como los papeles carbón y las tintas usadas para los mimeógrafos, así como las de imprenta, deben llevar alguna sustancia higroscópica que impida una evaporación rápida a fin de que los colorantes no se sequen inmediatamente. Las tintas para escribir deben llenar todos los requisitos indispensables, con mira a que su perduración sea más segura, toda vez que si ellas quedan sometidas a ser borradas por obra del tiempo o de otros agentes, ninguna eficacia presentarían desde el punto de vista de la conservación y permanencia de los escritos y los documentos realizados con su ayuda o mediante su uso.
El índice de resistencia de las tintas debe ser elevado para que por medio de reactivos y otras composiciones químicas no sea fácil borrarlas ni tampoco someterlas al sencillo o cruel efecto de la acción mecánica del borrador, del raspado, etcétera. De otra manera, la falsificación, adulteración y sustitución de firmas y manuscritos tendría cabida sin obstáculo alguno y se presentarían para un cumulo de injusticias, engaños y delitos. Aquí estriba la principal critica que los expositores han hecho a las tintas de origen orgánico, que son muy propensas a la descomposición, porque pese a que penetran fácilmente en el papel son de poca firmeza y escasa estabilidad, lo cual no sucede con las hechas a base de polvo fino de carbón, que cobran por ello mas dureza y persistencia.
El perito debe estudiar, mirando a lo dicho, la intensidad y fluidez de las tintas, consistencia, viscosidad, grado de penetración, solubilidad y colorido. Esta labor debe relatarse y exponer de una manera bastante detallada para que los jueces e investigadores encuentren apoyo practico y fundamento dentro de la propia realidad de los hechos producidos.
En la clasificación de la intensidad y colorido de las tintas, el examen debe partir del termino medio o, mejor dicho, de un tipo que sirva de punto de relación para el cotejo. Como en el orden de las cosas existen múltiples relaciones, es muy difícil adoptar un sistema general de tinta-tipo o de estándar; nos limitaremos a decir que para dicha base debe tenerse presente una tinta negra, de intensidad normal, no muy subida, pero tampoco muy débil; todo con el fin de que el perito, en sus dictámenes, pueda calificar de distintos tonos dentro de la graduación de muy intensos, intensos, normales, débiles, muy débiles e ilegibles. Con todo, en la determinación de matices y coloridos no puede desatenderse la diversidad de tonos verdes, azules, rojos, morados, etcétera, que ofrecen variadas especies de tintas existentes en el mercado y que cada industria, en su afán competitivo, prepara para el consumo.
En el estudio de los colores se pasa fácilmente del negro al gris oscuro, y de este al gris medio, para después invadir
al claro hasta llegar, por ley de sucesión, al blanco, fenómeno que se debe al impresión sensorial que van despertando los cambios de tintas casi imperceptiblemente. Por eso el experto debe ejercitar su ojo observador a fin de que las sensaciones cromáticas le lleguen con su valor bien definido y exacto en cada caso; se necesita, en consecuencia, una buena capacidad perceptiva que permita hallar aun las más mínimas discrepancias entre los matices más cercanos contemplados en la escala de tonos y coloridos. Hay colores casi semejantes que, al ser comparados con detenimiento, ofrecen serias diferencias. Muchas veces el mismo examen de las manchas creadas en un escrito o documento, por la acción del borrador o del raspado, indica la similitud entre sombras y el color esencial del papel, y para buscar su claridad y definir con exactitud su alcance resulta necesario observar de manera cuidadosa cada uno de los detalles.
Así pues, cuando se habla del color es preciso atender sus propiedades fundamentales: tono, claridad y saturación. La sensación visual ayuda a establecer estas características, siempre y cuando se tenga en cuenta la ley del contraste simultaneo, en virtud del cual la condición fisiológica en que esta la visión para mirar el color de un objeto no es pura ni integra, ya que esta influida por sus colores de los objetos vecinos, en razón a que el área de visión esta invadida simultáneamente por distintas clases de coloridos. En consecuencia, hay que evitar interferencias y apartar, en cuanto sea posible, el efecto de una luz o de un color que compliquen o tiendan a desorientar y confundir el examen y verificación exacta de la intensidad de los trazados hechos por medio de la tinta o del lápiz, no sea que por ese influjo traiga como consecuencia inmediata el aumento de la tonalidad de un color o se disminuya su claridad o que, por ley de proximidad, el acto sensorial de una coloración despierta sufra alteraciones en su alcance y en sus efectos.
Los defectos por la visión del color, muy principalmente la cromastenia común, o dificultad en que se hallan aun los sujetos normales por falta de experimentación para distinguir el tono de los colores y diferenciar exactamente su claridad y poder. Otro de los defectos es la acromatopsia, o ceguera para el color. Son anomalías que impiden el ejercicio de una prueba o de una observación bien detallada, pues el experimentador entra al plano de la visión cambiada o anormal sin que logre contrarrestar los inconvenientes de orden físico, como el contraste, y sin que consiga adaptarse a la verdad del objeto que examina.
Un buen dictamen debe aspirar, por lo consiguiente, a que se alejen de él todos los defectos e ilusiones de los sentidos. Los errores del juicio, las fantasías de la imaginación, y a que se mantengan las conclusiones sin desvíos y sin asomos de contradicción y de insuficiencia.
Por otro lado cabe anotar que hay tintas que cambian su colorido inicial entre los tres y diez días siguientes a su uso, lo cual quiere decir que su intensidad no logra estabilizarse sino mediante la acción del tiempo y del medio físico que la rodea. En una experiencia y en un cotejo relativos a este fenómeno, debe expresarse claramente el efecto proveniente del hecho indicado.
La pluma comprueba la fluidez de las tintas: hay tintas que emanan normalmente de aquellas, y hay otras que, por su constitución grasa, no caen ni obran sino mediante una fuerte presión. Finalmente, existen algunas que, por su natulareza muy acuosa, fluyen con precipitación. Parece que con la fluidez anda acompañado el factor referente a la densidad o al peso de la tinta, cuyo valor debe ser mayor que el del agua, si es que se pretende un buen grado de flujo o emanación. Por falta de este requisito conseguimos, a menudo, que las tintas se rieguen en el papel y que obliguen la mayoría de las veces al retintamiento, resultando este fenómeno no por obra y gracia de la labor de la falsificación, del calca, etcétera, sino más bien como un efecto torpe aunque natural.
Igualmente, aquí se estudia la duración de las tintas, su conservación y su consistencia, grado de penetración, viscosidad, etcétera. Se conocen tintas que se borran fácilmente, como si se les desprendiera poco a poco el tono que las anima; en cambio, las hay que, aun por medio de los disolventes mas eficaces, conservan su tonalidad y su valor.
La práctica señal, como índice de poco consistencia, los sedimentos y las placas formadas en algunas tintas, circunstancias que son fáciles de comprobar llegado el caso.
El factor concerniente al grado de penetración de las tintas tiene en su contenido un gran interés, ya que de él depende el alcance de muchas enmiendas, emborronaduras, raspados, falsificaciones, superposiciones, uso de ácidos, etcétera. El grado de penetración de una tinta está en relación directa con el encolado del papel, pero todo depende esencialmente de los ácidos que la constituyen. A medida que es mayor también la naturaleza ácida, mayor es la penetración y más honda es la zona abierta por la tinta en el papel, mientras menor o más reducida es la capa de encolado.
Pudiéramos resumir lo que se refiere a la viscosidad y a la seguridad de las tintas diciendo que, si estas son pegajosas, blandas y húmedas, dichos factores arrojarían una escritura defectuosa y vulgar, restándole de esta manera fijeza al colorido y al trazado y estética al dibujo o al manuscrito.
Hay que agregar, además, que la tinta no funciona sola, ya que por su finalidad esta destinada a ser recibida en el papel. Los papeles para escribir cartas, contratos, cheques, etcétera, tienen un grado normal de encolado, que dejan que las tintas penetren en ellos casi insensiblemente. Sin embargo, primitivamente el papel usado par a tales efectos adolecía del exceso de encolado que permitía la facilidad de borrar lo escrito en razón de su muy escasa penetración, o de la deficiencia del mismo, que propiciaba el hecho de que la tinta penetrara exageradamente, rompiendo las fibras y regándose el color con detrimento muchas veces de la superficie escrita. Previendo esto se ideo la formación de una tinta que, aparte de reunir los requisitos anunciados anteriormente contuviera alguna sustancia que afectara o atacara en algo el papel, sin dejar huellas muy profundas, pero en todo caso bien definidas. El ácido clorhídrico, por ejemplo, que tiene la ventaja o cualidad de permitir la penetración del carbón en la tinta china hasta un punto ligero, pero en todo caso suficiente para mantener una fijación bien definida del color de la tinta a través del papel. El procedimiento data de tiempos remotos y fue adoptado, según se sabe por la Societe de Encouragement, de París.
Por esta razón interesa saber igualmente la calidad del papel porque, según su constitución, será mayor o menor el efecto de los reactivos o medios usados para borrar lo escrito. No basta, pues, que la tinta pueda hacerse desaparecer fácilmente, sino que es necesario que el falsificador, al hacer caer el reactivo sobre el papel, sepa que con él no se alteran la fibra, el color y el encolado.
Entre las tintas mas usuales en la actualidad, se encuentran la agallotánica (a base de ácido tánico extraído de las nueces), la crómica (que se extrae del palo de Campeche), y la de anilina. Existen además, las tintas de colores, la tinta china, la tinta de la India y otras como la de vanadio y la de volframina.
Una de las más usadas actualmente es la tinta para “bolígrafo”, que no es en realidad una tinta en el sentido químico; sin embargo, en esta clase de “tinta” es factible usar, con el objeto de identificarla y analizarla, el examen bajo rayos ultravioleta o bien recurriendo a la lampara de Wood, pudiendo utilizar de igual manera los rayos infrarrojos.
Antigüedad de las tintas
Mucho se hablado de la edad de las tintas y la investigación sobre la antigüedad de lo escrito, por lo que no vamos a sostener una polémica que no nos conducirá a ninguna parte, solamente mencionaremos los distintos métodos usados, y el último descubrimiento por los investigadores de la Organización Internacional de Policía Criminal.
Por principio de cuentas, debemos distinguir previamente entre dos clases de edades, la llamada “edad absoluta ”y la “edad relativa”, siendo la primera la que corresponde a una tinta desde su fabricación, y la segunda es la antigüedad de una tinta con respecto a otra, pues como sabemos, una tinta puede tener un proceso natural de envejecimiento dentro del frasco en el que se envasa y, por consecuencia, aun cuando determinados la edad, esta no puede estar acorde con el documento en cuestión, tomando en cuenta, además del proceso que sufre con la exposición a la luz, aire, o sea factor ambiental, humedad, etcétera, lo que nos indica que esto es solo un factor teórico.
Por esta razón, conocer la edad absoluta de una tinta solo nos llevara a errores, para ello existen varios métodos señalados, pero por las razones expuestas, creo que no nos interesaran en el presente estudio.
Sobre la investigación de la edad relativa, los ingenieros químicos y tratadistas forenses contemporaneos: Eleazar Navarro y Felix Navarro, de nacionalidad mexicana; han desarrollado la estandarización de un método cromatográfico, fundamentado en la asignatura de transferencia de masas, mismo que aporta una técnica de aplicación práctica y metódica para la determinación de la aludida “edad relativa”, quienes dedujeron que para el estudio del proceso de datación documental, se debe estudiar la tinta cuando ha sido plasmada sobre la superficie de un soporte de papel comercial; una vez ahí, el trazo realizado comienza la cinética de envejecimiento, que inicia con un proceso de secado con respecto al tiempo, debido a la perdida por evaporación y desprendimiento de los solventes volátiles, que deriva en la degradación de los colorantes y un endurecimiento por oxido-reducción de las resinas de cohesión molecular, con base en la polimerización de las mismas. La cuantía remanente del conjunto de solventes, deja un residuo que se volatiliza lentamente, pudiendo ser detectado al transcurso de los años, sin embargo la cantidad contenida de éste en un trazo, únicamente puede ser utilizado para su datación si es monitoreado y/o generado algún valor, mismo que es una variable independiente de la cantidad de muestra extraída (masa) y formulación de la tinta dentro de la investigación.
En la actualidad se puede obtener un momento preciso en el tiempo, para el envejecimiento natural de una determinada tinta plasmada sobre un soporte de papel comercial, basado en las curvas estándar de calibración artificial, fundamentadas éstas en la concentración másica de los solventes en función del tiempo, con resultados de ajuste en la extrapolación matemática del modelo.
Por otro lado, se encuentra el método de Metzger, Rall y Hess, al que se le denomino “Proceso de ionización”, ya que se basa en la difusión iónica, y se debe a la investigación sobre las propiedades de los ácidos clorhídrico y sulfúrico contenidos en las tintas, libres de difundirse sobre el papel.
Marc Payot, en su escrito titulado “Determinación de la edad de las tintas según los métodos de Metzeg, Rall y Hess”, en la Revue Internationale de Criminalistique, 1936, pag. 495, nos dice que estos elaboraron unas tablas de difusión que citamos a continuación:
Primera difusión de los cloruros
• Unos días: comienza la difusión.
• Una semana: los bordes de los trazos comienzan a perder nitidez.
• Un mes: la imagen del trazo aparece en el reverso del papel.
• Dos meses: trazos muy visibles al dorso, donde ofrecen doble anchura que en el anverso.
• Cuatro meses: presentan triple anchura.
• Seis a ocho meses: los trazos parecen muy extendidos, ofreciendo mayor intensidad en los bordes que en el centro.
• Un año: difusión completa. Se observan manchas extendidas por las regiones inmediatas a aquellas en que se encontraba el trazo, que aparece en blanco al revelar los cloruros.
Segunda difusión de los sulfatos
Es más lenta que la de los cloruros y casi no se puede comprobar hasta pasado un año. Se produce aproximadamente de la misma manera que la de los cloruros, con una equivalencia de un año por mes. Se calcula que habrá terminado al cabo de doce años.
http://criminologiaycriminalisticafb.blogspot.com.ar/2015/01/documentologia-parte-2-de-3.html
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